En Cali, a diario más de 1500 toneladas de residuos sólidos reutilizables son mezclados con productos húmedos que destruyen sus propiedades y los convierten en basura. Pero más allá del desaprovechamiento de los materiales, la contaminación de las aguas, la aparición de enfermedades y el mal manejo de los rellenos empiezan a pasar su cuenta de cobro a los caleños.